D. UN PROYECTO EN COOPERACIÓN QUE PERMITE MUTUALIZAR LOS COSTES Y ORIENTA HACIA LA AUTONOMÍA ESTRATÉGICA
Si bien es evidente el interés político de una cooperación franco-alemana, sin lugar a dudas es más complejo desarrollar un proyecto en cooperación internacional que desarrollarlo completamente de forma interna. Todos los interlocutores de la misión recordaron las múltiples dificultades a las que se han enfrentado algunos programas europeos como el A400M. Asimismo, aún recordamos el precedente de la retirada francesa del programa Eurofighter en 1985, sólo un año y medio después del inicio del proyecto, seguido del lanzamiento del proyecto competidor Rafale. Tecnológicamente y sin minimizar el desafío que representaría, los industriales franceses posiblemente podrán llevar a cabo íntegramente el SCAF. Sin embargo, sería una opción muy costosa. Por último, la cooperación franco-alemana-española permitirá preservar la autonomía estratégica francesa mientras se apuesta por una autonomía estratégica europea con un futuro prometedor .
1. Un proyecto posiblemente demasiado costoso para un solo país
La mayoría de los interlocutores de la misión dieron por sentado que un programa como el SCAF era impensable en el marco de solo un país, ya que los costes de desarrollo de un programa tan complejo lo situaban fuera del alcance de un solo presupuesto nacional. En efecto, actualmente desarrollar un avión de combate es más costoso que en el pasado y, con mayor razón, desarrollar un sistema de sistemas aéreo como el SCAF .
Por ejemplo, los fabricantes de motores elegidos para el proyecto (Safran y MTU) durante su intervención recordaron que Estados Unidos había pagado más de mil millones de dólares en los últimos dos años a cada uno de sus dos fabricantes de motores (Pratt & Whitney y General Electric) para que mantuvieran su ventaja en términos de partes calientes del motor, en comparación, por ejemplo, con el programa de estudios previo (PEA) “Turenne 2”, de un importe de 115 millones de euros, notificado por la DGA a Safran para consolidar sus competencias. En términos más generales, el desarrollo simultáneo de una nueva plataforma de avión de combate, un nuevo motor, drones de varios tipos y una nube de combate específica representa una inversión sumamente importante que parece muy pesada para un solo país .
Ahora bien, aunque la cooperación internacional en materia de defensa aumenta ligeramente el importe de los gastos no recurrentes (investigación y desarrollo), también permite que se compartan entre los socios y, de este modo, reduce el gasto total que debe asumir cada Estado. También permite, debido al tamaño de los pedidos, obtener precios unitarios más atractivos (los costes de producción pueden reducirse gracias a una mayor industrialización de los procesos posibilitada por el volumen de la serie encargada). Por último, como subraya el Tribunal de Cuentas en su informe de 2018 6 ( * ) , los ahorros también serán posibles durante la fase de operación, al agrupar el apoyo, y en particular durante la fase industrial del mantenimiento de los equipos en condiciones operativas.
Por lo tanto, el reparto de los costes es una necesidad para poder preservar la autonomía estratégica de cada uno de los países miembros del programa en materia de sistema de combate aéreo.
Recordemos que la ley de finanzas para 2020 prevé 1.400 millones de euros de autorizaciones de gastos, para cubrir el lanzamiento de las primeras actividades de desarrollo del programa de demostración. La inversión prevista en el SCAF, paritaria entre París y Berlín 7 ( * ) , es actualmente de unos 4.000 millones de euros desde ahora hasta 2025-2026 (demostrador), y 8.000 millones de euros hasta 2030, después de lo cual vendrán los gastos de industrialización. Algunos analistas estiman el coste total del programa entre 50.000 y 80.000 millones de euros.
Un contrato de |
Un contrato de |
Un coste previsto de |
Un coste previsto de |
65 millones de € firmado para el estudio de concepto conjunto |
155 millones de € firmado para la fase 1A |
4.000 millones de € desde ahora hasta el demostrador en 2026 |
8.000 millones de € desde ahora hasta 2030 |
2. Un proyecto guiado por un imperativo de autonomía estratégica nacional y europea
Además del aspecto financiero ya mencionado, la convergencia de los intereses de Francia, Alemania y España en materia de aviación de combate permite pensar que los tres países preservarán mejor su autonomía estratégica si cooperan juntos . También es una apuesta por el futuro: que el programa permita, más allá de los tres países participantes actuales, favorecer una mayor autonomía estratégica europea.
a) Volver a ser competitivo en la exportación
(1) Tener como objetivo la “exportabilidad” desde el origen del programa
Construir el SCAF en cooperación garantiza, como mínimo, que los participantes del proyecto lo comprarán en lugar de productos norteamericanos competidores , en este caso el F35 y sus posibles versiones futuras.
Además, como subrayaron los representantes de Airbus durante su intervención, más allá de los participantes en el proyecto, la “exportabilidad” está presente desde el pliego de condiciones: el avión, así como los “remote carriers”, deben ser imperativamente atractivos para la exportación, para reducir los costes de producción y difundir los estándares europeos.
A pesar de que los tres cazas europeos de la generación actual (Rafale, Eurofighter y Gripen) han tenido éxito en la exportación, se puede hablar de un descenso global de la capacidad de exportación debido a esta división . Sin duda, esto es cierto frente al F35 que, pese a todas las críticas que ha recibido desde el punto de vista técnico, hasta ahora tiene mucho éxito en la exportación. Por lo tanto, la realización de un NGWS en cooperación en Europa será un punto fuerte para su exportación . A este respecto, la competencia con el proyecto británico Tempest constituiría, sin embargo, un importante inconveniente.
(2) La necesaria “desITARización”
El refuerzo de la autonomía estratégica remite en gran medida a la problemática de la “desITARización” , es decir, la menor exposición al reglamento ITAR (International Traffic in Arms Regulations), que permite a Estados Unidos oponerse a la exportación de materiales que contengan componentes estadounidenses. El reglamento ITAR planea como una espada de Damocles en muchos proyectos de exportación franceses. En los últimos años, podemos citar la exportación del misil SCALP a Egipto o incluso las amenazas, aplicadas o no, en varios proyectos de exportación a India, Qatar y los Emiratos Árabes Unidos. Muchos equipos incluyen componentes electrónicos de origen estadounidense y, en particular, la mayoría de los aviones franceses están sometidos al régimen ITAR. Esta problemática también la comparten Alemania y España. Por lo tanto, el proyecto SCAF incorpora desde el comienzo la necesidad de depender menos en el futuro del reglamento ITAR 8 ( * ) .
b) Un proyecto de cooperación alentado por la evolución del contexto internacional
En opinión de todos los interlocutores escuchados por la misión, la necesidad de una mayor autonomía estratégica también resulta de la evolución del contexto internacional, afecta de la misma manera a los tres países del programa y debe incitarles a “cerrar filas” para enfrentar mejor a las amenazas de los “Estados-potencias”.
Así, el Brexit plantea interrogantes sobre el futuro posicionamiento del Reino Unido y la continuación de los proyectos de armamento llevados a cabo conjuntamente con este país.
Por otra parte, la transformación de la actitud norteamericana respecto a la defensa de Europa desde la elección de D. Trump como Presidente de Estados Unidos ha contribuido a que la posición de Alemania cambie hacia una posición más favorable a la defensa europea. Esta evolución se reflejó en la siguiente declaración de la Canciller a su regreso del G7 de Taormina (mayo de 2017): “nosotros, los europeos, tenemos que tomar las riendas de nuestro destino porque los días en los que podíamos apoyarnos plenamente en los demás han quedado atrás” . (Véase el recuadro que figura más arriba).
c) Hacia la autonomía estratégica europea?
(1) Un proyecto dimensionante para la industria europea
Debido a su amplitud excepcional (entre 50.000 y 80.000 millones de euros según las estimaciones), el SCAF, según las palabras de Joël Barre, Delegado General de Armamento, puede estructurar la herramienta de defensa en su conjunto a nivel europeo y convertirse en una locomotora para la industria europea, también con muchas posibles repercusiones en el ámbito civil.
Según Dirk Hoke, Director Ejecutivo de Airbus Defense and Space (ADS), escuchado en Berlín por la misión, el SCAF constituye una oportunidad única para apoyarse en el punto fuerte de Europa: su gran diversidad, fuente de creatividad y emulación . Según él, permite llevar a cabo proyectos del mejor nivel con una inversión financiera menor que la otorgada por Estados Unidos para el mismo tipo de programas.
(2) Una apuesta a largo plazo por la autonomía estratégica europea, que implica el tema de la interoperabilidad
La transición de la autonomía estratégica de Francia, Alemania y España a la autonomía estratégica europea probablemente no sea sencilla. Es sobre todo un reto: que otros países europeos se unan al proyecto y compren el nuevo sistema de sistemas.
Un proyecto entre tres ya es muy complejo. Como subrayó el Presidente Ejecutivo de Dassault Aviation en su intervención, es preciso que este núcleo de tres ya sea muy sólido para que sea razonable considerar una ampliación a otros países europeos.
El vínculo futuro entre el proyecto SCAF y la Unión Europea puede pasar en particular por los nuevos instrumentos de defensa europea: Cooperación Estructurada Permanente (CEP), Programa Europeo de Desarrollo Industrial en materia de Defensa (PEDID) y el Fondo Europeo de Defensa (FEDef):
• En lo relativo a la CEP , se han seleccionado proyectos en tres etapas desde 2017; la última selección tuvo lugar en noviembre de 2019 y eleva el total de estos proyectos a 47. Uno de ellos se DENOMINA “EU Collaborative Warfare Capabilities (ECoWAR)” y agrupa Francia, Bélgica, España, Hungría, Rumania y Suecia. La definición de este proyecto en torno al combate colaborativo y las plataformas conectadas se refiere a todos los entornos y no sólo al aire. Es un foro en el que los representantes de los Estados pueden identificar las necesidades de capacidades y las futuras doctrinas de empleo, así como los componentes básicos necesarios para la construcción del combate colaborativo.
El programa ECoWar tiene cierta importancia en la perspectiva de la construcción, con los socios europeos de Francia que, por otra parte, han elegido el F35, de una interoperabilidad que pueda compensar la limitación debida a la falta de interoperabilidad nativa del aparato norteamericano . Varios países que constatan que no pueden hacer que el F35 sea interoperable con sus otros aviones de combate están recurriendo a este programa, como Bélgica e Italia. En términos más generales, el proyecto ECoWar tiene como objetivo revisar todos los trabajos de interoperabilidad de la OTAN (FMN) 9 ( * ) y europeos (ESSOR) 10 ( * ) para que avance una visión europea de la interoperabilidad. Así, la llegada de otros países europeos al programa SCAF podría hacerse a través de esta cuestión de la interoperabilidad ;
• En cuanto al PEDID , que incluye 500 millones de euros de financiaciones, de los cuales dos tramos de 200 millones de euros para licitaciones en 2019 y 2020, Francia también está llevando a cabo proyectos de cooperación en el campo del combate aéreo (equipamientos y medios de entrenamiento), esforzándose por tejer redes con los industriales de otros países europeos sobre estos temas en la periferia del SCAF ;
• Por último y, sobre todo, se celebrarán una serie de reuniones hasta finales de 2020 para conducir a una estructuración del FEDef . La cuestión del avión de combate de nueva generación formará parte necesariamente de los debates, así como, muy posiblemente, la cuestión de cómo el FEDef podría, de una forma u otra, tener puntos comunes con el SCAF. También en este caso, se tratará de tener un amplio enfoque cooperativo sobre los componentes básicos del sistema, más allá de los miembros iniciales del programa SCAF.
En resumen, el reto es encontrar convergencias entre los enfoques multilaterales y el enfoque comunitario . Probablemente, la Comisión Europea también deseará, en el marco de los instrumentos comunitarios, avanzar en cuestiones de defensa, incluyendo el combate colaborativo, para darle, precisamente, una dimensión más comunitaria: entonces será necesario que se conserve la coherencia y la solidez del SCAF propiamente dicho apoyándose en el impulso dado por la Comisión. Además, una situación como ésta ya se vivió con el dron Euromale, financiado por el PEDID con 90 millones de euros 11 ( * ) .
d) El SCAF y la OTAN
Por el momento, la OTAN no aborda directamente el tema del SCAF. Sin embargo, la organización elabora y estandariza reglas de interoperabilidad (STANAG relativas a los enlaces de datos) aplicables a la nube de combate aéreo de sus países miembros, dentro de los cuales deben poder integrarse los enlaces de datos del SCAF.
Por otra parte, la OTAN también está desarrollando un programa de sustitución de los AWACS denominado “ Futuro sistema de vigilancia y control de la Alianza ” (AFSC), financiado con 120 millones de euros por los Aliados como un sistema de control y de comunicación. No se tratará de una plataforma única, sino más bien de un sistema de sistemas, que tendrá una intersección con la arquitectura del SCAF, en la medida en que las futuras plataformas deberán poder conectarse . El riesgo sería que este futuro sistema de la OTAN se derive directamente de los estándares norteamericanos. Por lo tanto, es imprescindible tener en cuenta este aspecto desde el comienzo del programa SCAF.
Además, dentro de la OTAN, el SCAF es considerado como una oportunidad para la modernización de las flotas aéreas de los países miembros. Habrá que reflexionar sobre la forma en que las misiones de la OTAN asumidas por Alemania y Francia se llevarán a cabo con el SCAF, y con qué valor añadido en comparación con la situación actual: ataque en profundidad, superioridad aérea, etc.
* 6 La cooperación europea en materia de armamento, un refuerzo necesario, sujeto a exigentes condiciones, 2018.
* 7 Aún no se ha determinado el importe de las financiaciones aportadas por España pero pretende contribuir en igualdad de condiciones con sus socios.
* 8 Cabe destacar que el programa de misil MICA nueva generación de MBDA, por ejemplo, ya está previsto para que no incluya componentes ITAR.
* 9 Federated Mission Networking
* 10 European Secure Software defined Radio
* 11 pese a algunas reticencias de países no miembros del programa.